D. Manuel Vivanco Menchaca
POLÍTICO – Sevilla, 1834 – Almassora, 1907

La calle de L’Alcora se ha rotulado sucesivamente como camino de L’Alcora y después calle D. Manuel Vivanco, hasta el final de la Guerra Civil, que se denomina, calle general Mola. Con la democracia, recobra el nombre de calle de L’Alcora y en 2010 se rotula calle de L’Alcora /calle de santa Quitèria.
El Sr. Manuel Vivanco, es uno de los personajes más importantes que han vivido en nuestro pueblo entre los siglos XIX y XX, aportando en Almassora mejoras, que sin su intervención, hubieran resultado más difíciles o del todo imposibles en aquella época.
El Excmo. Sr. Manuel Vivanco Menchaca, nace en Sevilla el 26 de septiembre de 1834. Fue funcionario del Estado en los gobiernos civiles de Castelló, Sevilla, Cáceres, Cádiz, Barcelona, Valencia, el Ferrol y Madrid; ejerciendo también como político adscrito al partido Moderado, primero y después al Conservador, en las últimas décadas del siglo XIX. Así es alcalde – corregidor en varias poblaciones y gobernador civil de Segovia en 1877, de Málaga en 1890, de Barcelona en 1891 y Lleida en 1909, después de haberse retirado en 1904. También es nombrado delegado del Banco de España en Canarias y director en Alicante, Sevilla y Valencia. Entre sus galardones, cuenta con la Gran Cruz de Isabel la Católica y la de Beneficencia.
Su relación con Almassora proviene desde 1880, por su primera mujer, la Sra. Emilia Santillán, fallecida en 1887. Cabe decir que su segunda esposa, Josefa Pastor, murió en 1904. Este vínculo se amplía al haber escogido Almassora como residencia de verano y después lugar de retiro, una vez abandona el servicio al Estado. Así, cuando en 1892, comienzan a construirse las primeras casonas en la calle sant Jaume, una de ellas es la del Sr. Manuel Vivanco. Cabe comentar que ya jubilado ingresa al partido Liberal Fusionista de Sagasta, planteándose su nombramiento como gobernador de Castelló, que, sin embargo, no cuaja por su edad. Por último decir que el Sr. Manuel Vivanco muere en Almassora el 22 de julio de 1907, a los 75 años, en su casa de la calle de Sant Jaume, y sus restos están enterrados en nuestro cementerio.
Con la construcción del puente de hierro sobre el río Millars, llega a Almassora el ferrocarril en 1862, pero la mejora más necesaria para nuestro pueblo con la llegada del ferrocarril, la estación, viene, años después, de la mano del Sr. Vivanco. Así, en abril de 1900, el Sr. Vivanco y otros diputados se entrevistan con el director de la Compañía de Ferrocarriles del Norte, con la petición de una estación entre el puente del Millars y el paso a nivel de la carretera General, hoy desaparecido. En 1902, el Ayuntamiento, solicita al Ministerio de Fomento dicha construcción, facilitando, el primero, los terrenos. Y, por fin, en 1903, el Ministerio de Fomento, ordena a la Compañía del Norte la construcción de la estación de Almassora, siendo los diputados Manuel Vivanco y Fernando Gasset los que contribuyen decisivamente a esta consecución, que mejora las comunicaciones de Almassora con el resto del territorio, para las personas y para las mercancías. La construcción tiene un gasto de 14.000 duros aportados por Almassora, en terrenos donados por Vicent Garcia Petit.
Otra mejora en la que participa el Sr. Vivanco, es la carretera de Castelló a Borriana. En 1899 se publica la Real Orden, que sanciona el proyecto de construcción de la carretera de Castelló, que pasa por Almassora y acaba en la General, al lado del puente del Millars. En febrero de 1900 las Cortes aprueban la ampliación del proyecto, presentado por el Sr. Manuel Vivanco, para que dicha carretera a Almassora, se prolongue hasta Borriana. En 1906 se acaba la carretera de Castelló a Almassora, pero no es hasta 1926, cuando se anuncian las obras del puente de Borriana, que se hace realidad en 1928.
Así, recordamos a este personaje que, junto a otros, abre a Almassora a la modernidad, procurando la consecución de infraestructuras necesarias para que Almassora entre en el siglo XX, en las mejores condiciones sociales y económicas posibles. Por último, cabe decir que desde hace unos años, este personaje vuelve a recordarse en una calle importante, como es la antigua Avenida del Grau de Castelló.

