Uso de pantallas en pediatría
El uso de pantallas en la infancia es un tema que ha cobrado gran relevancia en los últimos años, especialmente con el aumento del acceso a dispositivos electrónicos como tabletas, teléfonos inteligentes y computadoras. Como pediatra, es fundamental abordar este tema con los padres y cuidadores, ya que el uso excesivo de pantallas puede tener efectos tanto positivos como negativos en el desarrollo de los niños.

En primer lugar, es importante reconocer que las pantallas pueden ofrecer beneficios educativos. Existen numerosas aplicaciones y programas diseñados para fomentar el aprendizaje en áreas como matemáticas, lectura y habilidades sociales. Estos recursos pueden ser herramientas valiosas si se utilizan de manera adecuada y en un contexto supervisado. Sin embargo, es esencial que el contenido sea apropiado para la edad y que se limite el tiempo de uso para evitar la sobreexposición.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda que los niños menores de 18 meses eviten el uso de pantallas, excepto para videollamadas. Para los niños de 2 a 5 años, se sugiere limitar el tiempo de pantalla a una hora al día de contenido de alta calidad, mientras que para los mayores de 6 años, es importante establecer límites consistentes que no interfieran con el sueño, la actividad física y otras conductas saludables.

Uno de los principales riesgos asociados con el uso excesivo de pantallas es el impacto en la salud física y mental de los niños. El sedentarismo, derivado de pasar largas horas frente a una pantalla, puede contribuir a problemas de obesidad y afectar el desarrollo motor. Además, el tiempo excesivo en dispositivos puede interferir con el sueño, ya que la luz azul emitida por las pantallas puede alterar los patrones de sueño.
Desde el punto de vista social y emocional, el uso excesivo de pantallas puede limitar las interacciones cara a cara, esenciales para el desarrollo de habilidades sociales. Los niños que pasan mucho tiempo en línea pueden tener dificultades para establecer relaciones interpersonales y desarrollar empatía.
Por lo tanto, como pediatra, es crucial fomentar un enfoque equilibrado hacia el uso de pantallas. Recomiendo a los padres que se involucren en la experiencia digital de sus hijos, eligiendo contenido adecuado y participando en actividades en línea juntos. Además, es fundamental promover actividades al aire libre y tiempo de juego no estructurado, que son esenciales para un desarrollo saludable.