Impétigo en pediatría

El impétigo es una infección cutánea común en niños, causada principalmente por bacterias como Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes. Afecta principalmente a la piel expuesta, como la cara, las manos y el cuello, y es altamente contagiosa, propagándose fácilmente en entornos como escuelas y guarderías.
Etiología
Las bacterias responsables del impétigo ingresan al cuerpo a través de pequeñas roturas en la piel, como cortes, picaduras de insectos o abrasiones. La forma más común, el impétigo no ampolloso, se presenta como pápulas que rápidamente evolucionan a vesículas y luego a pústulas, que al romperse forman costras color miel. La forma ampollosa, causada predominantemente por S. aureus, se caracteriza por ampollas llenas de líquido claro que pueden convertirse en úlceras al romperse.
Epidemiología
Es más frecuente en niños de entre 2 a 5 años, aunque puede afectar a cualquier grupo de edad. Factores como el clima cálido y húmedo, la higiene deficiente, y las condiciones de hacinamiento aumentan el riesgo de desarrollo y propagación de la infección.
Cuadro Clínico
El impétigo no ampolloso inicia con pequeñas pápulas que evolucionan rápidamente a vesículas, pústulas y finalmente a costras. Las lesiones suelen ser pruriginosas, pero no dolorosas. La forma ampollosa se presenta con ampollas más grandes y frágiles que pueden causar incomodidad significativa.
Diagnóstico
El diagnóstico de impétigo es principalmente clínico, basado en la apariencia característica de las lesiones cutáneas. En casos dudosos o severos, se puede realizar un cultivo de la lesión para identificar el agente patógeno y determinar la sensibilidad a los antibióticos.
Tratamiento
El tratamiento del impétigo incluye medidas higiénicas y el uso de antibióticos. En casos leves y localizados, se recomienda la aplicación de pomadas con mupirocina o ácido fusídico. Para infecciones más extensas o severas, puede ser necesario un tratamiento oral con antibióticos.
Prevención
Las medidas preventivas incluyen mantener una buena higiene personal, lavar las manos con frecuencia, y evitar compartir artículos personales como toallas o juguetes. En entornos comunitarios, es esencial identificar y tratar rápidamente los casos para evitar brotes.
Complicaciones
Aunque el impétigo generalmente es una infección autolimitada, puede llevar a complicaciones como la celulitis, linfadenitis y, raramente, glomerulonefritis postestreptocócica. Por ello, es crucial un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado.
En conclusión, el impétigo es una infección cutánea común en pediatría que, si bien es autolimitada en la mayoría de los casos, requiere una atención adecuada para prevenir complicaciones y controlar su propagación en comunidades infantiles.